Conocimientos y prácticas con relación a la Salud Sexual y Reproductiva de los adolescentes (12-17 años) que asisten a las Instituciones Educativas de la localidad 1.

Abstract

Para la Organización Mundial de la Salud OMS, la salud sexual y reproductiva SSR, es un estado de bienestar físico, mental y social en relación a esta dimensión. Esta, deben propender por el abordaje “positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia” ( ), así mismo, su enfoque debe estar bajo el concepto de una “sexualidad responsable y satisfactoria que permita la libertad de tener hijos si y cuando se desee”.

Por su parte, el Ministerio de Salud y Protección Social contempla la sexualidad “como una prioridad en el curso de la vida de las personas”, donde un enfoque de género, derechos y diferencial han evidenciado un avance frente a las problemáticas asociadas a la sexualidad y la reproducción, estos bajo el marco de los Derechos Humanos y la garantía de los derechos Sexuales y los Derechos Reproductivos. Sobre el asunto el Ministerio, aborda las dimensiones sexualidad, derechos sexuales y reproductivos desde dos grandes componentes: a. promoción de los derechos sexuales y reproductivos y equidad de género. b. prevención y atención integral en salud sexual y reproductiva SSR desde un enfoque de derechos.

En Colombia la salud sexual y reproductiva de los jóvenes ha sido una preocupación y prioridad en salud pública. En los últimos 20 años, la proporción de adolescentes embarazadas entre 15 y 19 años aumentó significativamente (del 13% en 1990 al 20,5% en 2005). En el mismo grupo de edad hubo un aumento en la tasa de fertilidad (de 70 a 90 nacimientos por cada 1000 mujeres entre 1990 y 2005) y en las necesidades no satisfechas y la demanda de planificación familiar (de 10.7 a 14.4% y de 93.9 a 96,6%, respectivamente); el uso de anticonceptivos se mantuvo con una disminución insignificante del 83,2% en 2000 al 82,2% en 2010.