Hemoglobina glicada como elemento de seguimiento y diagnóstico en las complicaciones de la diabetes mellitus en adultos mayores

Abstract

La diabetes se define como un grupo de enfermedades metabólicas caracterizadas por hiperglucemia, y se presenta como consecuencia de defectos en la secreción de insulina, de la acción de la insulina, o de ambos. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 1985 la población mundial de diabéticos era de 30 millones de pacientes, pero en el año 2009 la cifra aumentó a 220 millones de individuos, y se estima que de continuar con esta tendencia, llegaría a 366 millones en el año 2030. El incremento de la prevalencia de la diabetes está relacionado con el aumento de la población mundial, el envejecimiento de la misma, la urbanización, el incremento de la obesidad y de la inactividad física. Se estima que para el año 2025 habrá cerca de 500 millones de individuos con prediabetes, y lo que más alarma es que un número importante de individuos tendrán diabetes sin que se les haya diagnosticado, debido a que la enfermedad puede estar oculta por muchos años antes de que se presenten las manifestaciones clínicas o las complicaciones en los órganos blancos. En Colombia, la Asociación Colombiana de Diabetes estima que el 7% de la población colombiana mayor de 30 años tiene diabetes tipo 2 y de 30% a 40% de los afectados, desconocen su enfermedad [1]. Teniendo en cuenta la información obtenida gracias al ADA y a la Asociación Colombiana de diabetes surge el siguiente interrogante: ¿Cuál es la importancia de la Hemoglobina glicada (Hb A1c) como seguimiento para las complicaciones de la diabetes mellitus en adultos mayores?