Trastornos en el aparato reproductor pueden requerir manejo quirúrgico

Abstract

Un varicocele se define como una dilatación o tortuosidad de las venas del plexo pampiniforme. En líneas generales, se ha reportado una incidencia de varicocele entre el 10 y el 15% de la población masculina, sobre todo, los que están pasando a través de la adolescencia y adultez temprana. Clínicamente, se encuentran con más frecuencia en el lado izquierdo, aunque existe una gran variación entre la prevalencia de varicocele bilateral, que van desde 30% a 80%. (1)

Estudios sugieren que, desde la adolescencia, el desarrollo de los espermatozoides de aquellos pacientes con varicocele se encuentra directamente comprometidos en contraste con los que no sufren de esta. Aun así, la incidencia de infertilidad primaria se encuentra entre el 30% y 50% y de infertilidad secundaria hasta en un 80%. De esta forma, se ha establecido una relación entre varicocele y efectos de deterioro constante sobre la infertilidad. Esto representa una problemática social, perjudicando principalmente al hombre adulto que desea reproducirse sexualmente. El tratamiento quirúrgico es para el varicocele, la mejor y única forma de ser tratado, ya que no existe un tratamiento no quirúrgico, o bien, farmacológico. Este está basado en dos métodos, abierto y cerrado, los cuales, a su vez, están expandidos a diferentes tipos de procedimientos. Dada la existencia de múltiples técnicas quirúrgicas como tratamientos, se hace necesario poner en claro cuál es la mejor técnica para tratar el varicocele, teniendo en cuenta la infertilidad como factor a tener en cuenta. (1)